Esta es una pregunta que suele salir muy a
menudo en las conversaciones entre familiares y amigos. Efectivamente, es muy positivo que demos
nuestras opiniones sobre lo qué pensamos y de cómo nos gustaría que mejorara la
situación de nuestro país. Pero por otro lado, no debemos olvidar de que el
derecho al voto es secreto y que algunas veces no conviene que un comentario de
política lleve a malas interpretaciones.
Además, siendo esta vez la primera
que puedo ejercer el derecho al voto me guiaré por lo que conozco a través de
mi ambiente familiar.
Constantemente
se oyen comentarios negativos de los partidos políticos más conocidos y es por
ello que los ciudadanos sentimos un gran distanciamiento y una enorme desconfianza
social. La ciudadanía no se siente representada por los partidos políticos y no
ve factibles sus promesas. Se les acusa de servir a intereses particulares y no
al interés general. En definitiva la sensación social que se transmite es que no
responden a las necesidades de la sociedad actual. Esta actual sensación de
corrupción política genera una enorme desconfianza entre los ciudadanos y los
políticos. Esto no significa que debamos de dudar de la honradez individual de
la mayoría de los políticos y cargos públicos, pero lo que si resulta evidente
es que hay algo que falla en medio de toda esta relación y esa situación es la
que ha de cambiar. Y a la hora de decidir el voto en las próximas elecciones,
eso es lo que deben de exigir los ciudadanos a los políticos: transparencia de
partidos y cumplimiento de sus programas
electorales.
Por
todas estas cuestiones pienso que más que preguntarnos a quién votaremos es si pensamos que en las elecciones saldrá
representado un partido que refleje nuestras preocupaciones y que cambie ya el
panorama social.
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